por Christian Wiener Fresco
La presentación por parte del Ministerio de Cultura del nuevo 
Anteproyecto de Ley de la Cinematografía y el Audiovisual elaborado por 
la DAFO con la participación de representantes de los gremios ha 
reavivado un poco la disposición al intercambio de pareces y debate tan 
necesarios en la comunidad cinematográfica. Reavivamiento sin embargo 
todavía precario y circunscrito, como si el tiempo y las urgencias del 
día a día hubieran adormecido los reflejos para el dialogo democrático 
en buena parte de la comunidad cinematográfica nacional, tan necesarios 
en un tema como la nueva ley que se propone regir al sector en los 
futuros años. Pero cometeríamos un grave error, que terminaría aislando a
 los cineastas como en otras oportunidades, pensar que esta ley debe ser
 solo tema de ellos y que el resto de la sociedad debiera ser excluida, 
ya que el cine, y el audiovisual por añadidura, es un tema de todos, que
 nos compromete como sociedad, y  que encima legisla sobre fondos 
públicos, es decir del conjunto de los peruanos. 
Por esta razón,
 la fecha establecida por el Ministerio para recoger opiniones sobre el 
Anteproyecto, que se venció ayer, no debería ser vista como cancelación 
de un debate apenas esbozado, sino más bien  oportunidad para 
desarrollarlo y ampliarlo, involucrando a los gremios, empresas y 
universidades, entre otras instituciones, en su implementación. Ya el 
Ministerio ha anunciado para este miércoles 17 de mayo una reunión para 
debatir sobre la situación laboral de los artistas y técnicos del 
audiovisual, tema que compete no solo a la Ley de Artista, Interprete y 
Compositores; sino a la del Cine y el Audiovisual como se ha señalado en
 algunas de las notas publicadas en estos días. ¿No se podría hacer lo 
mismo para discutir, cuando menos, algunos puntos centrales de la Ley 
que han sido señalados, como las características y manejo del fondo; la 
cuota de pantalla y el acceso a las pantallas tradicionales y nuevas; y 
lo referente a la promoción cultural que incluye tanto la creación de la
 Cinemateca, el apoyo a los circuitos y difusión alternativa, y la 
formación cinematográfica? En todo caso, la pelota está en la cancha del
 Ministerio y los gremios que han venido trabajando este texto en los 
últimos meses.
Dicho lo anterior, quisiera hacer algunas breves 
acotaciones a algunos aspectos del Anteproyecto que no tuve oportunidad 
de mencionar antes, y tampoco encuentro en los textos publicados que 
resumo al final de esta nota. El problema parte porque el documento 
presentado es tan genérico en muchos aspectos, dejando casi todo al 
reglamento, que se podría aplicar gran parte del mismo en diferentes 
sentidos. Y no siempre los que redactan el reglamento final, que a fin 
de cuentas son funcionarios y abogados, terminan respetando el espíritu e
 intenciones de los legisladores originales. Ahí está el caso, para 
poner un ejemplo cercano, de la Ley del Libro del 2003. Creo por eso 
necesario ser más preciso y puntual en algunas disposiciones claves, aun
 a riesgo de parecer detallista, así como incluir el imprescindible 
glosario que aclare los términos que se usan a lo largo de todos los 
articulados, para que se sepa con claridad a que se refieren y cuál es el alcance de cada concepto, lo que para fines legales es fundamental. 
Es el caso, en el propio título de la ley, que se habla no solo de 
cinematografía, sino del audiovisual en su conjunto ¿Y esto que abarca? 
¿Se considera también a la televisión, no solo del Estado sino 
comercial? Lo lógico sería que sí, porque no se puede hablar de 
audiovisual en este país sin tomarla en consideración, más aún ad portas
 de los cambios que vendrán con la televisión digital, que nuestro país 
parece mirar por el costado ¿Qué se contempla al respecto? ¿Los 
concursos que convocará el fondo incluirán también producciones de 
ficción y documentales que se hagan para ser transmitidos por los 
canales comerciales y públicos? No es una idea descabellada, ya se hace 
en Brasil, Chile, Colombia y Argentina, que han avanzado mucho más en 
este terreno. ¿Y el derecho a exhibición planteado en el artículo 19 no 
debería extenderse a esta pantalla? Asimismo, ¿cómo encarar el desafío 
de las nuevas plataformas de distribución VOD o streaming como Netflix? 
La mención en el artículo 24 es muy pobre y vaga, y parece cumplir solo 
con hacer acto de presencia en un tema tan complejo y polémico.
En cuanto al fomento a la descentralización de la actividad 
cinematográfica y audiovisual, en el artículo 8 se menciona que no menos
 de un 30% del fondo se destinará a la regiones, lo que me parece muy 
bien, pero sin precisar cómo se llevara a cabo un tarea tan delicada 
donde debe evitarse tanto la tentación paternalista como ambigua en su 
aplicación, que se puede prestar –como ha sucedido recientemente- que 
lejos de impulsar al cine regional se premie la viveza de filmar fuera 
de Lima. En muchas zonas las dificultades para la difusión son más 
graves que en la capital, por lo que sería bueno estimular acuerdos con 
los gobiernos regionales y municipales para impulsar la creación de 
circuitos alternativos de distribución y exhibición que permitan 
presentar sus producciones, así como gran parte del cine cultural que no
 llega por la vía comercial. Esto debería alcanzar a los canales de 
televisión regionales, en especial a los de carácter comunitario, que es
 una categoría que debería incluirse en la Ley como sucede con las leyes
 de cine y medios en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile o 
Ecuador.     
Sobre el fomento del cine cultural, no quiero 
abundar en la necesidad imperiosa de una Cinemateca Nacional reclamada 
por muchos, no solo por la urgente labor de recuperación y conservación 
de nuestro patrimonio pasado y presente, sino para convertirse en un 
dinamizador para la investigación y difusión del cine cultural en el 
país. Asimismo, en lo que respecta a la creación de una escuela de 
formación cinematográfica, asunto frente al cual era un poco escéptico 
al considerar la situación en que se encuentran nuestras escuelas 
artísticas desde hace años, pero que no por eso debiera seguir 
postergándose, teniendo en cuenta que las nuevas tecnologías permiten 
una práctica más accesible que antaño.
Preocupa sin embargo que 
se haya omitido en todo el texto la mención a festivales y muestras 
cinematográficas, que se convirtieron en importantes espacios 
internacionales y nacionales para la difusión del cine que no llega a 
las salas, entre el que se encuentra en gran parte el peruano. Cuando 
menos pudo haberse incluido en el artículo 22 que habla del fomento a 
las salas de arte y ensayo, cine clubes y “cinematecas” (como si 
tuviéramos muchas). Coincido al respecto con Eduardo Quispe que la 
gestión cultural no debiera ser sometida a concursos como en el 
presente, porque es una actividad continua y no única, que es el caso  de
 la producción, dotándose más bien de recursos estables y homogéneos 
para todas las iniciativas consolidadas, sujeto a la fiscalización del 
Ministerio como se señala en el mencionado artículo. Por último, y para 
cerrar este punto ¿no podrían las salas de arte y ensayo, cineclubes, 
cinematecas, festivales y muestras de cine culturales gozar de la 
exoneración del IGV como tiene el teatro? Sería una manera efectiva y
 concreta de promover desde el Estado estas actividades culturales.     
La actual Ley de Cine, la 26370, tiene como uno de sus objetivos el 
“promover en el  programa de educación secundaria la enseñanza del 
lenguaje cinematográfico y su  apreciación crítica, promoviendo, 
asimismo, la utilización del cine y el video como medios docentes.” 
(Artículo 2, inciso d). Es cierto que esta disposición nunca se llegó a 
implementar, así como la referida al tema de la preservación del 
patrimonio audiovisual y el “establecimiento de filmotecas” por 
múltiples motivos que van desde la falta de presupuesto hasta el 
desconocimiento, desinterés o prejuicio de las más altas autoridades 
gubernamentales en la expresión audiovisual. Pero eso no quiere decir 
que fuera equivocada o innecesaria. Todo lo contrario, si algo nos ha 
revelado estos últimos años de debacle de la educación en el país es que
 si es clamorosa la deficiencia en la lectura y su comprensión por niños
 y jóvenes, no menos inquietante es lo que se refiere al manejo del 
lenguaje y la semántica cinematográfica, lo que les impide poder 
apreciar mensajes y propuestas  exigentes que estén más allá del 
discurso convencional y efectista del cine y los productos audiovisuales
 comerciales. En vez de abandonar este propósito, debería retomarse y 
hacerse realidad de forma concreta y decidida con el sector educación, 
pues es inaudito que en pleno siglo XXI nuestra escuela (en especial la 
pública, porque algunas privadas si lo impulsan) siga siendo ajena al 
lenguaje de mayor consumo en los jóvenes, dejando en la práctica a la 
llamada televisión basura y el cine más abyecto a nivel comercial, como 
las indeseables madrastras en la materia. De otra manera, será imposible
 lograr que el público mayoritario del futuro pueda interesarse por 
nuestra producción y la extranjera más diversa y creativa. Esta tarea 
debe ser complementada con una efectiva política de formación de 
públicos en barrios, organizaciones y comunidades, llevando el cine a la
 gente de a pie, como se estila en varios países de la región con mucho 
éxito.
Estas son algunas ideas que esbozo para añadir al 
necesario debate sobre la Ley de cine que nos merecemos como país, que 
mencionaba al principio, y que nos debería involucrar a todos como 
sociedad, no solo a cineastas, críticos o allegados al sector. Creo que 
nadie postula echar por la borda, ni retroceder sobre lo avanzado. 
Quienes hemos comentado con nuestros nombres tenemos el mejor espíritu 
de contribuir desde nuestras particulares experiencias y conocimientos a
 que tengamos la mejor legislación posible. Espero que en ese sentido 
sea apreciado este esfuerzo de sistematización y propuestas para que el 
cine y audiovisual peruano pueda ser cada vez mejor en todo sentido.    
      
___________________________________________________________________________________ Una pequeña guía de lo publicado (y conocido) en redes, medios y blogs sobre el Anteproyecto de Ley del Cine y el Audiovisual:
1) http://blogdelchw.blogspot.pe/…/que-ley-de-cine-y-para-que.…
2) http://blog.desistfilm.com/…/aportes-al-anteproyecto-de-la…/
3) https://www.facebook.com/francisco.adrianzenmerino/posts/420744558292989
4) http://proyectilimaz.blogspot.pe/…/aportes-la-nueva-ley-de-…
5) https://www.facebook.com/francisco.adrianzenmerino/posts/420280765006035
6) http://www.paginasdeldiariodesatan.com/pdds/?p=4002
7) https://www.facebook.com/francisco.adrianzenmerino/posts/419763601724418
8) http://elcomercio.pe/…/nueva-ley-cine-luis-llosa-urquidi-no…
También sobre la cuota de pantalla, el mínimo de mantenimiento y la distribución y exhibición comercial del cine peruano:
9) http://elcomercio.pe/…/cartelera-cine-fondo-pantalla-notici…
Y el Anteproyecto de Ley de la Cinematografía y el Audiovisual del Ministerio de Cultura:
10) http://dafo.cultura.pe/discusion-publica-sobre-el-anteproy…/


